Lucas Fernández Borkel participó en la primera edición de Fuertedélica, en 2022. Este año, este profesor de Filosofía vuelve a Corralejo, en esta ocasión como miembro fundador de la Asociación Científica Psicodélica, con sede en Las Palmas de Gran Canaria.
Borkel nos cuenta en esta entrevista algunas de las investigaciones que lleva a cabo la asociación, incluyendo un estudio pionero en el uso de psicodélicos para el tratamiento de la ansiedad… en perros.
¿Qué hace un filósofo como tú en un congreso psicodélico como éste?
Siempre ha habido un interés en el mundo de la filosofía por estas cuestiones que se sitúan en ese límite entre la parte biológica y la espiritual del ser humano. Creo que la filosofía se mueve en esa intersección entre edades de conocimiento.
¿De dónde surge tu interés por las sustancias psicodélicas?
Parte de mi formación en filosofía principalmente giraba en torno a la filosofía de la mente, la epistemología y la filosofía de la ciencia, que aparentemente están menos relacionadas con este mundo. Sin embargo, la parte de historia de la filosofía entra en contacto con los llamados Misterios de Eleusis, unos rituales que tenían lugar en la antigua Grecia y en los que participaron todos los grandes filósofos de la época.
Vivimos en un tiempo en el que los psicodélicos han irrumpido con fuerza en el mundo de la salud mental. Creo que atravesamos un momento interesante para la ciencia y la filosofía en esta área.
El llamado «renacimiento psicodélico» también tiene una dosis de «renacimiento chamánico», en tanto estamos recuperando un saber perdido en Occidente en nuestra relación con las plantas de poder.
Así es. Hasta hace relativamente poco tiempo, no estaba aceptado que grandes filósofos como Platón o Aristóteles hubieran participado en ese tipo de prácticas, pero está confirmado por las propias obras de estos autores. Probablemente la mayoría de filósofos griegos y presocráticos participaban en estos misterios.
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Acudes a Fuertedélica en representación de la Asociación Científica Psicodélica. ¿Qué nos puedes contar sobre esta organización?
La Asociación Científica Psicodélica se fundó en Las Palmas de Gran Canaria hace dos años y nace como un proyecto de investigación en el que participamos solamente cuatro investigadores. En este poco tiempo hemos dirigido una gran parte de nuestras energías a publicar e intentar sacar adelante proyectos de investigación en contra de la corriente o para iniciar algo, pues en Canarias de momento la investigación con psicodélicos resulta prácticamente inexistente, al menos desde un punto de vista institucional.
¿Qué proyectos?
Hemos publicado un par de proyectos de investigación de tipo observacional, estudios con encuestas utilizando herramientas psicométricas, y recientemente el comité ético nos ha aprobado dos estudios de tipo clínico. El primero se enfoca en enfermos terminales de Alzheimer, y el otro es un estudio bastante bastante curioso, porque consiste en utilizar un psicodélico para tratar la ansiedad en perros. Hasta donde nosotros sabemos, no se han hecho estudios para tratar una dolencia específicamente en animales.
Cuéntanos un poco más sobre este estudio. ¿Qué sustancia vais a administrar?
Nosotros no éramos conscientes de que hay un montón de perros, sobre todo en las ciudades, que reciben tratamientos por ansiedad, y les estaban administrando ansiolíticos en algunos casos, incluso en los casos más graves les iban a dar antidepresivos y antipsicóticos, fármacos destinados a seres humanos. Todos conocemos el típico perro que ladra histéricamente durante todo el día cuando se encuentra solo o cuando oye un pequeño ruido por la calle, o está en casa y suena un timbre.
Nosotros pensamos: si hay tratamiento con sustancias psicodélicas para seres humanos para tratar trastornos de ansiedad, ¿por qué no hay ningún ensayo para tratarlo en perros? Entonces, reclutamos a un etólogo que empezó a interesarse por el tema y buscamos la aprobación del comité de ética de Las Palmas. Tras varios ensayos decidimos trabajar con 1cP-LSD, una molécula análoga al LSD, porque es mucho más sencillo trabajar con este tipo de moléculas en España, ya que no están clasificadas.
Ansiedad en perros
¿En qué consistió la prueba piloto?
Hicimos la primera prueba con un perro mayor, con trastorno de ansiedad muy serio, que no puede salir al aire libre prácticamente porque se pone muy nervioso cada vez que suena incluso el timbre del microondas. Creamos un protocolo de microdosis de 1cP-LSD y empezamos a administrarla cada dos días, una adaptación del protocolo de Fadiman, en versión perruna.
¿Qué resultados habéis obtenido?
Los síntomas han desaparecido completamente bajo el efecto de las microdosis. Al día siguiente, el perro vuelve a padecer la ansiedad, pero es un poquito menor, y a lo largo de este de este proceso de diez tomas en días alternos, hemos visto una reducción significativa de los síntomas. No ha habido ningún tipo de reacción adversa.
¿Conocéis otros casos de uso de psicodélicos en animales?
Nos pusimos a indagar y averiguamos que hay tribus en el Amazonas que les dan pequeñas dosis de ayahuasca a los perros de caza para aumentar sus capacidades para rastrear presas. Esto me parece muy interesante, porque parece que tiene un efecto similar al que ejerce en los seres humanos. En cuanto a los efectos de las microdosis, todavía queda mucho por investigar, si bien hay bastante evidencia anecdótica de que mejora el ánimo, aumenta el rendimiento, la concentración e incluso la relajación. Se trata de un primer y pequeño estudio, pero quién sabe si a medio plazo puede suponer una alternativa para el tratamiento de estos problemas en perros, los cuales, como decía, están muy extendidos, sobre todo en los perros que viven en las ciudades.
Psicodélicos contra la rumiación
¿Qué otras implicaciones podría tener este estudio?
Tal vez podría tener implicaciones a la hora de estudiar la conciencia animal, porque sabemos que los psicodélicos disminuyen la rumiación en seres humanos. La rumiación es esa manera de darle vueltas al pensamiento, que causa, entre otras cosas, la ansiedad. Parece que la microdosis detiene la rumiación y, por tanto, disminuye la ansiedad, si bien por sí mismas no son sustancias ansiolíticas. Entonces, la pregunta es: ¿qué actividad cerebral es la que está disminuyendo en los animales para reducir su ansiedad? Esto podría tener implicaciones incluso para el estudio de la conciencia animal.
Y entender, tal vez, por qué nuestras mascotas están adquiriendo patologías propias de los humanos.
En este estudio también queremos ver si estos perros que sufren ansiedad tienen también dueños con ansiedad, porque existe evidencia anecdótica al respecto, lo cual, además, de hecho, tendría sentido, porque los perros, al ser animales gregarios, están en la misma frecuencia emocional que los otros miembros de la manada, incluyendo a sus dueños.
¿De qué nos vas a hablar en Fuertedélica, Lucas?
Dado que el tiempo que tengo es muy limitado, principalmente voy a contar en qué estamos trabajando ahora mismo, que son estos dos proyectos: el de los perros, el de los enfermos terminales de Alzheimer y otro estudio observacional, que vamos a lanzar ahora en pocas semanas, un estudio sobre sobre riesgos epistémicos asociados al consumo de psicodélicos. Me refiero a cambios de personalidad y de creencias asociados al consumo de psicodélicos, un fenómeno que no ha sido apenas estudiado. En breve, lanzaremos un cuestionario que hemos estado elaborando para este estudio.
Muchas gracias, Lucas. Nos vemos en Fuerteventura.
Gracias a vosotros.
Lucas Fernández Borkel participa en la mesa redonda «Los psicodélicos en España», el próximo 22 de noviembre en Fuertedélica.
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