Psicólogo, psiconauta y docente, Iker Puente participará también en Fuertedélica, la conferencia psicodélica de Fuerteventura.
Alrededor de quinientos terapeutas y científicos trabajan en España en el campo de los psicodélicos aplicados a la salud mental, la mayor parte de ellos en la clandestinidad, según las estimaciones del doctor Iker Puente. Iker lo sabe bien, en tanto muchos de ellos se han formado en el Instituto Transpersonal Integrativo que fundó hace seis años, en 2018.
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¿Cuántos terapeutas estimas que están trabajando con psicodélicos ahora mismo en España?
Se calcula que en Alemania hay más de mil terapeutas trabajando con psicodélicos, según un cálculo de hace tres años. Esta cifra puede estar entre doscientos y quinientos en España, aunque es difícil de saber porque la mayoría de la gente lo hace en el underground. Si sumamos las investigaciones oficiales en clínicas y hospitales, y las pocas clínicas de ketamina existentes, pueden sumar entre cien y doscientas personas más.
¿Podemos afirmar que la práctica psicodélica está calando en el tratamiento de la salud mental en España?
Claramente. Para poner la cifra en su contexto, ahora mismo en Estados Unidos debe de haber alrededor de mil clínicas de psicoterapia con ketamina. Esto empezó como algo muy puntual hace entre cinco y siete años, y está creciendo a gran velocidad. Antes de la pandemia apenas había un centenar en todo el país. Ha sido exponencial.
Psilocibina legal en EE UU
¿Qué será lo próximo, tras la aprobación de la ketamina y el reciente rechazo de la MDMA por parte de la FDA como medicamento?
Se espera que la psilocibina se legalice como fármaco en Estados Unidos en dos o tres años. Habrá que ver qué pasa ahora con la MDMA, pero lo más reciente en sentido de ir integrando en el mainstream es el trabajo de varias organizaciones en Estados Unidos para que las aseguradoras ofrezcan a sus trabajadores psicoterapia asistida con ketamina. Ya hay como mínimo hay tres proyectos de estas características. En uno de ellos está vinculado Brian Richards, que estuvo justamente en el seminario que organizamos el mes pasado en Barcelona, y él visualizaba que de aquí a cinco o diez años muchas aseguradoras en Estados Unidos van a ofrecerlo como una alternativa más, como pasó con la marihuana medicinal. Primero será la ketamina, y más adelante la psilocibina y la MDMA. En quince años vamos a ver con mucha naturalidad que una empresa te pueda ofrecer este tipo de tratamientos cuando estás de baja.
¿Y para cuándo en España?
Son conversaciones que aquí todavía nos parece que igual son muy lejanas, pero que van a ir sucediendo. Aquí sucederá: estará integrado en la Seguridad Social, como de hecho ya lo está la esketamina para la depresión. De hecho, se están haciendo muchas cosas en organismos oficiales, en hospitales y con psiquiatras, pero no lo dicen porque todavía hay muchos que consideran que es asociarse con malas compañías, por todo el consumo recreativo que todavía puede haber de estas sustancias. El caso que aún sigue el tabú y el estigma asociado a unas sustancias que en realidad empezaron siendo medicamentos, y luego ha habido este consumo recreativo, pero como suele decirse, «lo cortés no quita lo valiente».
Uso recreativo vs. terapéutico
¿Dónde acaba el uso recreativo y dónde empieza el terapéutico?
De hecho, Bill Richards presentó estudios que hicieron con psilocibina con dosis medias y altas en individuos sin patologías para investigar el tema de la experiencia mística, y encontraron que efectivamente dosis altas de psilocibina inducían este tipo de experiencias cumbre, y tenían una reducción de sintomatologías, un aumento del bienestar, un aumento de la calidad de vida, y además eran cambios que se mantenían en el tiempo, incluso a veces catorce meses después de la experiencia.
Si nos vamos a otras culturas, prácticamente no hay una distinción clara entre lo lúdico y lo terapéutico. Puede ser el caso de los rituales de iboga. Son una fiesta en la que participa todo el poblado, pero al mismo tiempo a algunas personas les sirve de rito de iniciación. Creo que tendríamos que abrir un poco la mente o la perspectiva, pero quizás es un poco pronto para abrir ese debate en el momento en el que estamos queriendo apuntalar y solidificar el proceso de que todo esto se integre en lo médico y psicoterapéutico.
Entre los terapeutas underground en España existe el temor de que una posible regulación les deje fuera, y que al final sean los psiquiatras y psicólogos los únicos autorizados a brindar este tipo de remedios.
No creo que vaya a pasar. El hecho de que haya fisioterapeutas no exime de que haya masajistas de mil corrientes, y tampoco hay una persecución de este fenómeno en España. La realidad nos está mostrando que tanto MAPS como los grupos de investigación en Estados Unidos son equipos multidisciplinares. Y, por ejemplo, MAPS había conseguido negociar con la FDA que los acompañantes durante las sesiones con MDMA pudieran ser no sólo médicos, psiquiatras, psicólogos y psicoterapeutas, sino también enfermeras, trabajadores sociales y una serie de perfiles que incluso incluían practicantes de la medicina tradicional china.
En las clínicas de ketamina, por su parte, hay hasta profesores de mindfulness que hacen la preparación, antropólogos, terapeutas que no son psicólogos, pero que se han formado como psicoterapeutas o terapeutas. Incluso en algunas clínicas que hay en la península ibérica han conseguido incluir a personas que no tengan estos perfiles tan marcados como psiquiatra, médico o psicólogo. Finalmente, en estos espacios se incorporarán personas que tengan la capacidad de saber acompañar.
En cuanto a las ceremonias, creo que los objetivos que persiguen las personas que participan en ellas son diferentes, y no tendría por qué no haber una convivencia de ambas cosas.
Iker Puente formará parte de la mesa redonda de Fuertedélica «Los psicodélicos en España», que tendrá lugar el viernes 22 de noviembre.